113. NUEVOS DESCUBRIMIENTOS SOBRE TORRES

A menudo recuerdo como, cuando estábamos estudiando la carrera de Historia, había muchos compañeros, que ponían a caer de un burro a aquellos profesores que, normalmente, se dedicaban a investigar a través de las fuentes, pero que no solían excavar. Estos, aducían que la excavación o los restos arqueológicos, eran lo realmente determinante a la hora de la investigación científica. Sin embargo, tal vez, habría que decir en descargo de aquellos profesores que no siempre está todo en la piedra. Mediante el estudio de los restos de ocupación humana, podemos saber muchas cosas a cerca de cómo y donde vivían, pero por otro lado hay veces que por las circunstancias que sean, no se pueden encontrar ningún tipo de resto, e incluso, puede ser que al igual que nos ha ocurrido recientemente a nuestro grupo, no se encuentre, por la sencilla razón que tampoco se busca ya que se desconoce que hubiera existido.

De esta forma, recuerdo que nos hallábamos este verano rebuscando entre varios documentos referente a nuestra villa de Sant Joan d’Alacant, cuando al estar leyendo un legajo sobre la Relación de las propiedades adquiridas por Simon de Empuries y sus sucesores por donación real en las partidas de Sant Joan, Beniali, Cotella, Llopera Maymona, Alfadramí y Alicante (A.M.A. legajo- 19- 8 9/0) de 1487, nos tropezamos con una leyenda que hablaba de la “… alquería o la torra de Beniali” Efectivamente, la palabra “torra”, podemos transcribirla por “torre”, con lo cual, tendremos que aquella torre que se inscribía ya como una torre de defensa de mediados del siglo XVI y que se insertaba dentro del libro “Las torres de defensa de la Huerta de Alicante” del que escribe estas líneas, deberemos retrotraerla unos cuantos años antes. Al menos, hasta el dato post quem de 1487. No obstante, hemos de decir, que si bien la marina musulmana arrasaba en el s. VII, cuando se produce su expansión por todo el Mediterráneo, la propia idiosincrasia de los estados musulmanes, hará que desde los comienzos del s. XIII se vaya produciendo un cambio de 180 grados en lo que concierne a la piratería mediterránea, y sean los estados cristianos los que provoquen las incursiones en Berbería de continuo, y no será hasta mediados del s. XIV cuando algunas ciudades costeras del norte del Magreb, se constituyan en bases para piratas, que serán al fin y al cabo, las que provocaran el auténtico hostigamiento en nuestras tierras, hasta bien entrado el s. XVII. Por todo esto, podemos deducir fácilmente, que tenemos un segmento temporal de aproximadamente un centenar de años entre los que con toda probabilidad, se podría haber construido dicha torre. Es decir, que probablemente se construiría a lo largo del s. XV, aunque otra probabilidad es la que teniendo en cuenta el nombre de la alquería (Beniali), hay quienes piensan que podría haber estado ahí desde los tiempos de dominación musulmana en nuestras tierra, claro, que esto nos llevaría a pensar en una torre como elemento, más que probable, de prestigio, ya que no eran muy comunes por nuestras tierras las incursiones del bando cristiano, tal vez, con la excepción de Alfonso el Batallador, que realizó una incursión relámpago allá por 1119, pero esto, sería otra historia.

Por otro lado, y enlazando con lo que decíamos al principio, pensábamos que podíamos tener catalogadas todas las torres que existieron entre Alicante y El Campello, merced al libro antes mentado, pero los calores del estío, iban a depararnos más sorpresas y así, pudimos adquirir via Internet, un documento o protocolo notarial, referente a nuestra villa y una de sus fincas y que se halla también en el Archivo Histórico Provincial. En ella, se celebra una venta Real que dice así “… venta Real absoluta a favor del compareciente de una Heredad, situada en el término de la Universidad de San Juan, partida llamada de la Moleta de dentro y Junquera, con el nombre d la Torreta, con su casa, torre y cisterna que se compone de veinte tahullas…” Esta finca, continua existiendo en el mismo lugar con los mismos caminos y sistemas de riego que nombra el documento en cuestión. Y si me apuran, podemos decir, que la actual casa, aunque no disponga de ninguna torre, a excepción de un pequeño añadido sobre el tejado de la casa de mediados del s. XX, conserva un escudo heráldico, lo cual, no deja de llamar la atención en lo que puede parecer desde fuera, como una casa contemporánea. ¿Existió allí alguna vez una torre? Entendemos que estamos en disposición de afirmarlo. Puede quedar algún resto? Quizá confundido con el resto de la casa, como le ocurre al escudo, pero poco más. De cualquier forma, este documento, aunque no tenga ninguna constatación arqueológica, creemos que es suficiente para elevar el número de nuestras torres de defensa, haciendo que cada vez sea más curioso el ver como un pueblo del tamaño de nuestra villa, podía tener tal cantidad de torres de defensa e incluso casas señoriales, algunas de las cuales, todavía pueden verse junto a las torres que todavía se resisten a perderse entre la vorágine urbanística.

FRANCISCO JOSÉ RAMÓN MARTÍNEZ
ALFREDO CAMPELLO QUEREDA

Publicado porAlfredo en 21:35  

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