HOMENAJE A RAFAEL ALTAMIRA EN EL CAMPELLO


El viernes 26 de marzo a las 8 de la tarde un nutrido grupo de vecinos del Campello y amigos de la familia Altamira, así como miembros de varias asociaciones culturales, entre las que se encontraba LLOIXA, se preparaban en la Plaza de Canalejas para iniciar el acto de homenaje a Rafael Altamira con motivo del Centenario de la concesión del título de Hijo Adoptivo del Campello. Esta localidad se sumaba a unos actos de homenaje que ya iniciara Sant Joan d'Alacant en septiembre de 2009 con la presentación de la placa conmemorativa del centenario de la misma efeméride que tuvo lugar en el Sant Joan de 1909 tal y como contó Alicante Vivo y Lloixa en ESTE artículo.





Entre los presentes pudimos ver a los bisnietos de Rafael Altamira, al alcalde del Campello Juan Ramón Varó, a Concepción Navarro y a Pilar Altamira, nieta del homenajeado y a la que dimos un afectuoso saludo de parte de esta asociación. En la foto de abajo vemos al Cronista Oficial de la Villa de Sant Joan Isidro Buades Ripoll poco antes de iniciarse el acto.



A la hora prevista dió inicio el acto. Primeramente la comitiva se dirigió a la cercana calle dedicada desde 1934 a Altamira y que estrenaba nueva denominación completa (Rafael Altamira) así como una placa explicativa de diseño similar a las de Alicante.



Una vez allí se realizaron las correspondientes fotos bajo la nueva placa de calle. Vemos de izquierda a derecha a Noelia García (concejal de Juventud y Fiestas), Juan José Berenguer (Concejal de Seguridad Ciudadana), Alejandro Collado (Concejal de Servicios Públicos), Concepción Navarro (Presidenta de la Asociación Cívica de Acción Social y Cultural Rafael Altamira), Pilar Altamira García-Tapia (nieta de Rafael Altamira), Juan Ramón Varó (Alcalde del Campello), Lourdes Llopis (Concejal de cultura), Remedios Climent (Presidenta de la Associació Museu Història del Campello) y Francisca Carratalá (Concejal de comercio).





Una vez que la comitiva volvió a la Plaza de Canalejas, Pilar Altamira y Juan Ramón Varó descubrieron la placa que daba nombre a la Biblioteca Municipal. Se cumplía así un acuerdo del año 1969 que aún no se había llevado a cabo. Una vez dentro, el bisnieto de Rafael Altamira, Álvaro Ramos Altamira (segundo por la izquierda) presentó su documental "Rafael Altamira. Una generación excepcional" el cual podeis ver pinchando AQUÍ.



Dentro de la sala Ramón Llull, Pilar Altamira presentó su libro "Diálogos con Rafael Altamira" del que ya hablamos AQUÍ. La concejal de cultura y las representantes de las asociaciones Museu del Campello y Acción Cultural y Social Rafael Altamira ofrecieron sus discursos a los asistentes relativos al acontecimiento que se conmemoraba. Para terminar el acto, la familia fue obsequiada con una copia del rótulo de calle y de la placa de la biblioteca. Para terminar el acto se ofreció a los asistentes un vino de honor.

Para finalizar os dejamos con la carta de Pilar Altamira publicada el 30 de marzo en el INFORMACIÓN:

"Ayer, viernes 26 de marzo de 2010, el pueblo de El Campello saldó definitivamente su deuda con la figura de Rafael Altamira. Como "es de bien nacidos, ser agradecidos", lo mismo que he lamentado desde estas páginas el olvido y el desconocimiento de muchos hacia el más importante vecino que hayan tenido jamás, es de justicia que desde estas mismas páginas, hoy agradezca los actos que ayer tarde se celebraron en este municipio. Hay que aclarar que en este año del 2010, se cumple el Centenario de su nombramiento como Hijo Adoptivo de El Campello, según consta en un Acta del 26 de marzo de 1910, siendo alcalde don Marcos Vaello Galiana. Posteriormente, el 17 de noviembre de 1934, vuelve a constar en Acta el acuerdo del Ayuntamiento de dar su nombre a la calle llamada hasta entonces de San José, y el 4 de febrero de 1936, se decide designar al Grupo escolar nº 1, como Grupo Escolar Rafael Altamira.


Desde entonces, un velo de silencio sobre este insigne sabio alicantino ha sido la causa del más absoluto desconocimiento de su obra y su figura, tanto en este pueblo, como en tantos otros. Ayer, este Ayuntamiento cumplió un deber histórico al descubrir dos placas conmemorativas que llevaban a la espera de convertirse en realidad, nada menos que cien años. Campello ya tiene una hermosa placa cerámica, perfectamente documentada, en la calle de Rafael Altamira y la Biblioteca Municipal, otra, realizada en metacrilato, que igualmente ostenta su nombre.



A continuación, en la Sala Ramón Llul, tuve el placer de presentar a los campelleros mi último libro "Diálogos con Rafael Altamira" y se proyectó el documental "Rafael Altamira. Una generación excepcional", realizado y dirigido por su bisnieto Álvaro Ramos Altamira y se ofreció un vino de honor. Pero insisto, al margen de una celebración muy oportuna y que espero no sea coyuntural, yo agradezco de corazón a toda la Corporación de El Campello, su delicadeza al entregarme la reproducción de las dos placas inauguradas, y las palabras tanto del señor alcalde como de la concejal de Cultura, como de las dos presidentas de la Asociación Museo de Campello y de la Asociación Cívica de Acción Cultural y Social Rafael Altamira.

Para mí fue una tarde muy significativa. Mi agradecimiento a todos"

LLOIXA quiere agradecer a José Manuel Caturla
la ayuda prestada para realizar este reportaje.


Publicado porAlfredo en 21:15 0 comentarios  

ESTAMPES MINAGRELLERES: LA COCINA MINAGRELLERA DE LOS AÑOS 50

La cocina de mi niñez, poco tiene que ver con la actual, las cocinas de entonces, “cuina de pobre” disponían de poquísimos recursos, que se compensaban con la sabiduría y buen hacer de las madres y las abuelas de entonces, maestras en el arte de aprovechar y de improvisar cualquier guiso, con la experiencia del hambre padecida en la posguerra, aunque en los años 50 ya no era tan grande la penuria ni el estado de cosas que hizo posible la falta de alimentos, y la proliferación de “estraperlistas” que comerciaban y se enriquecían al amparo de todo ello.



En la cocina se guisaba con hornillo de carbón vegetal (“fogaril”), que se encendía muy temprano para hacer el primer café, malta o achicoria del día, al amanecer, que mezclado con leche de cabra y sopas de pan, componía el desayuno de los mayores de la familia. Las galletas María, el café-café y el Cola-Cao, eran todavía inventos desconocidos, que fueron apareciendo a continuación. Recuerdo que yo probé el Colacao, de la primera partida que llegó al pueblo, en la tienda de mi abuela “Asunción la Caligua” sobre los ocho añitos, cuando tomé la primera comunión. La (mal llamada) achicoria y la leche, eran productos que se podían conseguir con facilidad , ya que lo primero no era más que un sucedáneo formado por cebada tostada y molida, en infusión, y la leche era, recién ordeñada, de las cabras que casi todos teníamos en el corral, cabras que nos tutelaban los “Ramats” de Paco o de Modesto, que se encargaban de “pasturarlas” desde primera hora de la mañana hasta media tarde, todos los días de la semana excepto los domingos.

La comida que yo recuerdo, al mediodía, era muy variada, a la par que humilde, y se hacía siempre a partir de lo que hubiese disponible en ese momento. No había neveras todavía, y la primera que tuvimos, años más tarde, era de madera y con serpentín para hielo en trozos, lo que no permitía la conservación prolongada de los alimentos, y menos todavía de la carne o el pescado. Los embutidos se guardaban en “la fresquera”, un armario pequeño, con las paredes de tela metálica mosquitera, que se colgaba en la parte más fresca de la casa.

La carne, (de ternera o de cordero), era ingrediente apreciado, escaso y principal en las comidas de sábado o domingo, ya que la carnicería estaba en Sant Joan (para casa, siempre la de Jaume “Calsa”, íntimo amigo y compañero de “mili” de mi padre), y la compra “gran” se hacía semanalmente, en el mercado que se montaba alrededor del templete de la música, en la Plaza que había junto al bar de “Pepe el Gat”, familia de mi abuelo Quito “el Estudiant”. Otra cosa era la carne de gallina o de conejo, que se criaban en todas las casas y cuyo sabor no tenía nada que ver con las carnes de pollo o de conejo actuales. Las gallinas se alimentaban con grano del cereal que hubiese en ese momento a disposición: cebada, trigo o maíz; y la comida de los conejos, era responsabilidad de los chavales, que llenábamos los capazos de hierba fresca, todas las tardes, al salir del colegio, simplemente saliendo a las afueras del pueblo, por el “carreró” que todavía existe en la plaza que tiene la fuente pública de Benimagrell.



El pescado, era más accesible, gracias al suministro diario de Pepe “el peixcater”, un hombre manco, muy delgado, con boina, que llevaba un carretón alargado , con un par de cajas de madera, planas (“corbos de peix”), en donde llevaba la morralla, la sardina, el “sorell”, la morena o el “congre”, los pulpitos o el “bacallaret”... junto con una balanza de fiel metálico, cuyas pesas eran piedras de la playa, que debían tener un peso preestablecido. Las mujeres salían a comprar y a regatear la mercancía. Y era absolutamente curioso ver al manco seleccionar el pescado, colocarlo en el platillo, pesarlo, envolverlo en un papel de estraza y cobrar... todo ello con una sola mano, y el muñón de la otra. Era una estampa típica y curiosa, propia del neorrealismo italiano... trasladado, como es lógico, en blanco y negro, a los lares minagrelleros.

Y las verduras, ingrediente principal, natural y forzado en nuestra alimentación de entonces, procedían en su mayor parte de las cosechas de cada casa. Casi todas las familias tenían un “troset” de tierra, uno o varios bancales en alguna parte del término; pequeños minifundios procedentes de las herencias y repartos de tierra familiares, en un montón de partidas del término santjoanero. La Platja de Sant Joan pudo haber sido cedida, burocráticamente, para formar parte de los términos de Alacant o del Campello; pero casi ninguno de los minagrelleros propietarios de esas tierras, se deshicieron de ellas ni vendieron los bancales de los que provenía el sustento familiar. Se mantuvo en lo posible el secano, donde no llegaban las acequias, y tomaron auge los pozos que suministraban agua a aquellas zonas. Recuerdo las balsas de Natzareth, de Portellets, de Els Molins y alguna otra más, todas para el riego... y para el baño furtivo de los críos minagrelleros, que se bañaban allí todo el verano, con y sin permiso de los propietarios y aparceros.

Todos los agricultores cuidaban una cosecha normal, para la venta, en cada estación del año, pero también se plantaba una “llenca” para casa, algunos caballones “junt al marge”, con acelgas, espinacas, pencas de cardo, tomates, cebollas y pimientos, alguna berenjena... que alegraba el rostro de la parienta al abrir el capazo del marido, de vuelta a casa. Con todos esos ingredientes, se podían confeccionar multitud de platos “de calent”, desde el “bollitori” (un hervido para cenar), aliñado con algo de bacalao, hasta un sinfín de arroces secos o caldosos, producto de la inteligencia, del ingenio y de la necesidad de las estupendas cocineras que eran nuestras madres y abuelas.

Para mí, y para mis hermanos, el plato “rey”, producto de esas verduras, era la Olleta, una olleta de pobre, sin ningún aderezo de carne ni embutido, pero con mil sabores producidos por los frutos de nuestros campos. A continuación os pongo la receta pormenorizada de ese plato, por si queréis prepararlo en casa. Es un plato sencillo, cuyo único mérito es la frescura de las verduras, el condimento del ajo sofrito con la ñora, y la paciencia del cocinero, siempre “pegant la miraeta” al fuego, y pendiente de que cada cosa hierva a su tiempo, y suelte todos sus jugos, sabores y gelatinas al conjunto de la olla, en un alquimia de resultado asegurado. A esta comida solo cabe invitar a la familia y gente querida, ya que –a pesar de ser un plato humilde-, requiere toda la mañana de cuidados, y no sería apreciado por invitados “de compromiso”, que no alcanzarían a saborear ni a valorar todo el tesoro que acumula cada plato de olleta.



Cada casa tiene una receta distinta de ese mismo plato, producto de la tradición y de la costumbre. Yo prefiero la que hacía mi madre, pero mi hermano Antonio le tiene más afición a la Olleta de mi tía Pepica (nuestra querida “tieta” Pepica Llinares, de El Llogaret, bordadora en el taller de la “Mestra Calaora”), que a pesar de ser un plato semejante, queda con una textura y untuosidad muy distinta a la olleta

FRANCISCO JAVIER LLORENS SELLERS

Publicado porAlfredo en 21:13 1 comentarios  

HISTORIAS DEL CALLEJERO: EL PLENO DEL 30 DE MAYO DE 1986

Retomamos esta sección después de varios meses sin aparecer en el boletín y lo hacemos para repasar las calles que fueron aprobadas en el pleno del 30 de mayo de 1986 y que hacían referencia, en su mayoría, a fincas históricas del municipio.

* CALLE DE LA MOLETA:

Toma el nombre de la finca homónima sobre la que se abrió la calle (más bien avenida). La casa principal fue derribada en los ‘80 y fue propiedad de Jaime Pomares Bernad. El nombre Moleta vendría de la raíz árabe “Mallytun”, con el significado de acequia secundaria de riego.

* CALLE SANTA ROSA:

Situada en la partida de Cotella. Esta finca, ya desaparecida, fue propiedad de Manuel Senante Martínez, político tradicionalista que fue nombrado Hijo Predilecto de Alicante en 1957, ciudad en la que tiene calle dedicada.

* CALLE DE LA ERA:

La finca de la Era fue derribada hace exactamente 25 años. Se alzaba justo en el lugar donde hoy se encuentra la Plaza de Josep Carreras. Fue propiedad de Ricardo Pérez Lassaleta.

* PLAZA DE MARÍA MUNTANER:

María Muntaner y Ferrer fue la propietaria de la finca El Mato. Tras su muerte dejó en herencia esta finca a la familia de los actuales propietarios.

* CALLE DE SANTA ANA

No encontramos esta calle en el callejero actual de Sant Joan. Quizá se refiera a la calle que unirá la Plaza de María Muntaner con la N-332, a la altura de la finca de Santa Ana, situada en el Cº del Campet.

Quedó sobre la mesa el cambio de nombre de las calles del Comandante Seva por Calle Iglesia y Alcázar de Toledo por 9 d’octubre (hoy Mercado).

ALFREDO CAMPELLO QUEREDA

Publicado porAlfredo en 21:07 0 comentarios