105. BREVE SEMBLANZA DE UN AMIGO LLAMADO RAMÓN SEVA MONTIEL (PARTE 2)
lunes, 11 de febrero de 2008
En la cafetería NOMAR, entre cafés y pasteles, busca y recrea la palabra para ofrecernos esos poemas que se habían ido larvando en su adolescencia, junto a esos otros de inspiración reciente. Con su libro "Vivencias" (1972) y una serie de poemas publicados en el Llibret de Festes en honor al Santísimo Cristo de la Paz empezamos a conocer, como poeta, a ese hombre de cuerpo enjuto, fibroso, no grande, bien formado; de mandíbula fuerte, mentón prominente; pelo castaño abundante, algo ondulado, peinado hacia atrás; frente despejada, ojos azules, acuosos, con esa chispa de ironía e inocencia que de dan un semblante risueño.
El fino bigote en el labio le perfila más este que el inferior; de abundante barba, bien rasurada. Y un vestir elegante, limpio, le dan un aspecto pulcro.
Es época de colaborar con el grupo de teatro que él vino en llamar "Grupo de Rosita Cobos". Quizás porque le traía a la memoria otras lejanas participaciones, por los años mozos, con otros amigos de Sant Joan y Benimagrell.
Pero la vida que da y quita, le deja caer una cruz sobre los hombros, con tanta fuerza, que apenas puede soportar la laceración que le produce en su cuerpo, su corazón, y su alma.
"El azul se apagó
para siempre.
El sol con su fecundo labio
sigue besando las rosas.
¿No será este trino,
dulce traducción angélica,
tu voz ausente?
La primavera,
con su cesta multicolor
de nomeolvides,
trenza su accidente verdiazul.
Mar de mi inconformidad,
honduras mías.
La noche llora
en mi corazón, por tus pupilas".
(A MI HIJO ARTURO)
De nuevo otra cruz se agolpa sobre su espalda:
"Diecisiete de octubre.
Muerte de mi madre.
(...)
Fragilísima carne
del corazón:
esperanzador
que te cubra,
ni mata de oloroso poleo
que te redima"
(FUERTE MOTIVO DEL LIBRO FEBRERO-99)
Como queriendo olvidar y a la par exponer los sentidos a la proyección de la inspiración, viaja durante años a Madrid. Sus pasos deambulan por Cibeles, el Rastro, el Prado, el Retiro, la Feria de Arte Contemporáneo. Dejando en su libro "Furiosos y Ovalados" un deseo para su querido hijo Nacho.
"Quiero saberte firmemente recto,
docto, resuelto, hábil, generoso,
Juventud te alza. Sexo henchido crece.
Y un pájaro de luz su vuelo prende"
(AMIGO)
Aún, hacia su madurez, una serie de cruces, debidas a la precaria salud de alguno de sus descendientes se abaten de nuevo sobre su espalda ya cansada y pequeña para tanta carga. Resultando, gracias a Dios, algo más liviana por los resultados felices. Y así "Daimon", ve gozoso el crecimiento de su nieto Arturo y el reverdecimiento de María Anunciata, su hija, con el nacimiento de la pizpireta Julia.
Con todo ello lleva a cabo la publicación de las siguientes obras:
_ Poesías de amor y mar.
_ El eco sonoro.
_ Soplos.
_ El flautín de metacrilato.
_ De color otoño.
Parte de ellas recogidas en la Antología poética que presentó en el Auditorio de la CAM (Alicante), en octubre de 1997. Cediendo quinientos ejemplares a beneficio de la Fundación José Carreras para la Lucha contra la Leucemia.
Dotado de un corazón singular, magnánimo, que lo da todo a cuantos le requieren de forma sencilla y noble. No deja de colaborar con el periódico La Rambla, con Lloixa, en el libro de Semana Santa, con el grupo de teatro Tre-a-Tre, con la Junta Pro-restauración de la Capilla del Cristo.
No importándole lo que hoy se piense de él. Sí como enjuiciará, el mañana, su yo atormentado de poeta, si es que el destino así lo quiere.
A ese hombre, el amigo; agradecido por haber compartido tantos bellos instantes de esta vida, le digo: ¡hasta luego Ramón! Y me quedo como sintiendo que otra voz, al otro lado, me replica: ¡Hasta siempre!, y cuelga tú primero.
RAFAEL ESPLÁ
Publicado porAlfredo en 23:59
Etiquetas: nº 105, PERSONAJES, POESÍA
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