106: LES COSES DE BATISTE: "JUGUETES BÉLICOS"

A Batiste le hizo gracia un juguete que vio en un "Todo a 100" y lo compró para regalárselo a su sobrino, el hijo pequeño de la hermana de Rosa que vive en Barcelona y que tiene proyectado venir en breve a pasar unos días con ellos.

Se trata el juguete de una pistola de agua que le da el timo a cualquiera porque es una imitación perfecta de las que usa la Guardia Civil, y ya cuando iba para casa pensó Batiste que podía gastarle una broma a Pepa, su mujer. Se la enseñaría apuntándole y le lanzaría un chorrito de agua. Ella se pondría hecha una fiera y él se reiría a gusto. Pero no siempre salen las cosas como uno las planea, pues Batiste que pensó reir con la broma, cuando llegó el momento no lloró por vergüenza. Veamos lo que ocurrió.

Era la una y media de la tarde y Pepa había cerrado la llave del fuego de butano porque la olleta ya estaba cocina, bien hecha, como le gusta a su marido; y se sentó a ver la tele que estaba dando una película de gangsters. La chica de la cinta es buena, y ante la crueldad que descubre en su novio al que ella creía un representante de maquinaria de obras públicas, lo denuncia a la policía; y cuando él se entera, antes de huir a Nueva York, va a matarla. Ella se esconde hasta que al fin el malvado la descubre y se dispone a asesinarla. La escena es de lo más emocionante.

- ¡Muere traidora! Le dice el gángster apuntándole a la cabeza con el arma, que casualidad, es idéntica a la que ha comprado Batiste para el sobrino, pero que dispara balas y no agua del grifo.
En ese preciso instante entra Batiste que le dice a Pepa las mismas palabras que el criminal a la protagonista de la película:

-¡Muere traidora! Y le lanza el chorro de agua. Pero Pepa que está muy metida en el desarrollo del drama, coge una paellera que tiene a mano y le atesta tal "paellerazo" a su marido en la frente, que este abre los ojos, se pone blanco, le cae la pistola de la mano y luego se desploma quedando sentado en el suelo.

Después vino lo de - Perdona’m, perdona’m! Yo en ese momento creía que eras el criminal, sí Batiste te lo juro.

Y Batiste ya algo recuperado (aunque el chichón de la frente va creciendo) la da la razón a Pepa.

-No sé cómo he podido ser tan tonto, - dice luego – yo que siempre estoy diciendo que con las armas no se debe jugar aunque sean de juguete

-En eso te doy la razón, amigo Batiste, ni aunque sea con una pistola de agua.
ISIDRO BUADES RIPOLL
Cronista de la Villa de Sant Joan

Publicado porAlfredo en 23:59  

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